El peso de su bagaje cultural, su identidad y su lugar en el orbe colombófilo internacional
LA HERENCIA Y LA EVOLUCIÓN DE LA COLOMBOFILIA EN CUBA
La colombofilia en el mundo, entre los países afiliados a la Federación Colombófila Internacional, promueve proyectos en beneficio mutuo y el establecimiento de vínculos culturales, se propicia de este modo que se desarrollen lazos de amistad entre entidades colombófilas diversas para fomentar el contacto entre aficionados y en consecuencia, los enlaces culturales que se derivan de estas relaciones confluyen en temas comunes que en ocasiones materializan cooperaciones, citas internacionales, encuentros en jornadas y congresos, exposiciones, subastas, charlas, publicaciones o hermanamientos.
Placa realizada en bronce colocada en la fachada de la Sociedad Colombófila de La Habana, en la calle Escobar. Centro Habana.
A principios del siglo XX, cuando Cuba experimentaba su creación como nación soberana con su propia identidad, surgió en la ciudad de San Cristóbal de La Habana la creación de su primera colectividad colombófila, la Sociedad Colombófila de La Habana, fundada el 15 de septiembre de 1900. Como testigos de ese recorrido a través del siglo XX, como imágenes ilustradas de una ordenada evolución colombófila, desde los primeros momentos se recogieron actas, planes de vuelo, noticias de importaciones de palomas llegadas desde Europa, publicaciones en prensa, ediciones de anuarios, de revistas, de libros, o de temas de filatelia que configuran desde la perspectiva actual, un retrato histórico de lo que ha venido siendo la colombofilia cubana y que ha llegado al nivel de especialización que ostenta en este primer cuarto del siglo XXI, donde ya es la Federación Colombófila de Cuba quien asume la representatividad institucional dentro y fuera del país de esta actividad relacionada con las palomas mensajeras y su vida deportiva.
Placa realizada en bronce del año 1949, donde se recogen datos y fechas de interés para la Sociedad Colombófila de La Habana.
EXPANSIÓN Y FOMENTO POR TODA LA ISLA
Para empujar y hacer prosperar la creación, consolidación y expansión por todo el país de Sociedades Colombófilas en sus quince provincias con el municipio capitalino de La Habana, fueron surgiendo una serie de colombófilos de gran valía que se han venido sucediendo durante décadas y que le han dado la identidad que posee la colombofilia cubana en todo su tránsito evolutivo siendo reconocida, allí donde sea preciso su representación institucional. Memoria e historia con identidad e imágenes propias ilustran algo más de una centuria una colombofilia con una paloma mensajera de gran valor deportivo y capacidad de adaptación en lugares donde se considere de interés su presencia y participación.
Por ello, recordar y compartir aspectos de estas raíces nos traen a la memoria algunos de esos personajes que dejaron su huella y su influencia para llegar a esta colombofilia moderna de la que disfrutamos todos en la actualidad, con la perspectiva que el tiempo y la evolución nos brindan.
A lo largo del siglo XX, La Habana se enriqueció además de la creación de la Sociedad Colombófila, con diversos Centros Culturales, importantes Fábricas de elaboración de Tabaco, así como nuevos edificios emblemáticos, alcanzando el centro histórico de la Ciudad de La Habana la declaración de Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, en 1982. La Habana Vieja es la zona más antigua de la capital cubana, su valor arquitectónico, su trazado, su testimonio de diferentes épocas es objeto de cuidado, dirección y planificación por parte de la Oficina del Historiador de la Ciudad.
Esta zona histórica de la Ciudad que la cubre un cielo azul brillante, colinda por el norte con el Malecón; por el sur con los municipios de San Miguel del Padrón y Diez de Octubre; por el este, con el municipio de Regla y la Bahía de La Habana; y por el oeste, con los municipios de Centro Habana y Cerro. Precisamente es Centro Habana el lugar donde se encuentra las sedes tanto de La Sociedad Colombófila de La Habana como la Federación Colombófila de Cuba, concretamente en lugares a ambos lados de la calle Escobar, entre Ánimas y Virtudes.
Emilio Tovar, uno de los destacados socios fundadores de la Sociedad Colombófila de La Habana en el año 1900.
PRECURSORES EN EL INICIO DE LA COLOMBOFILIA ORGANIZADA EN LA CIUDAD DE LA HABANA
Como precursores del Sport Colombófilo en Cuba en ese principio del siglo XX, se tienen noticias de que lo iniciaron los doctores Chaguaceda y Robelin, los señores Ramón Mendoza y Francisco Sierra, así como el periodista C. Zequeira Varela. Estos datos se los facilita el Sr. Ramón del Río al doctor Félix Suárez Garro para su interesante libro Compendio de Colombicultura y Sport Colombófilo, publicado en la editorial Hermes, en Compostela, 78, de La Habana, en el año 1925.
Félix Suárez Garro, autor del libro Compendio de Colombicultura y Sport Colombófilo, publicado en La Habana en 1925
Aquellas primeras palomas, según apuntaba, se denominaban francesas, por su origen, ya que en 1890 había visto algunas de ellas, en manos del Dr. Ricardo Gastón importadas de Francia. También el Sr. Ramón Mendoza importó de Estados Unidos ejemplares del colombófilo T. P. Green, que por ese entonces destacaba. En esos tiempos se tiene noticias además que el Sr. Aquiles Solano enviaba palomas mensajeras en vapores costeros que hacían la travesía por la zona norte de Cuba. De ello se desconocen tanto las distancias recorridas como los datos de tales experiencias.
Ya comenzando el siglo XX, un adolescente de 15 años, teniendo conocimiento de la existencia de aquellos amantes de las palomas mensajeras, tuvo la idea de invitar a su domicilio, en la calle Campanario nº 40, a una reunión en la que se dio la oportunidad de exponerles la idea de constituir una Sociedad al igual de las que ya existían en otros países para el fomento del Sport Colombófilo. Aquel joven era R. O. Sánchez. Aquella fantástica iniciativa tuvo finalmente su fruto con la creación de la Sociedad Colombófila de La Habana, siendo inscrita de inmediato en el Gobierno Civil de La Habana, con la firma de sus catorce fundadores. Su primera directiva estaba integrada por los siguientes Sres., Aldavó como presidente, Ramón Mendoza como vicepresidente, como secretario Dr. Juan B. Fuentes, como tesorero Juan N. Ferrer y ya como vocales; Alfredo Parajón, Emilio Tovar y el Dr.n Chaguaceda.
El Sr. Ramón del Río, quien aportó los interesantes datos, fue presidente de la Sociedad Colombófila de La Habana, durante veinte años consecutivos. Su testimonio adquiere con el tiempo una gran importancia.
Es de interés señalar aquí también la figura del Dr. Francisco Guasch Ferrer, quien formó parte de la Sociedad Colombófila de Cataluña en 1892, durante su estancia en España y fue el fundador y director de la revista mensual ilustrada El Sport Colombófilo, cuya dirección social y administración estaba en Vélez Caviedes, número 73, y cuyo primer número apareció el 15 de enero de 1901 en la localidad de Pinar del Río.
LA EVOLUCIÓN DENTRO DE LA COLOMBOFILIA UNIVERSAL
Desde entonces la colombofilia en Cuba siguió su lógico desenvolvimiento, relacionándose con el mismo pulso y devenir que la colombofilia mundial iba tomando en todos los países, unificando criterios y homologando las actividades relacionadas con el deporte alado.
Recepción en la Sociedad Colombófila de La Habana a Guillaume Stassart, en su visita a Cuba a finales de 1935. Sus palomas dejaron una importante huella en muchos palomares cubanos.
Al margen de las propias publicaciones generadas en la Isla, en España se tenían noticias de su desenvolvimiento a través de artículos publicados en las revistas del Boletín Colombófilo Nacional y Colombofilia Mensajera, órganos oficiales de la Real Federación Colombófila Española, a través de las que los colombófilos españoles recibían información en el espacio La colombofilia en Hispanoamérica, y en el ámbito particular, mantenían amistades relacionadas con el escenario de la colombofilia. Lazos de amistad, como los mantenidos con Valeriano Meneses Gutiérrez, director del citado Boletin Colombófilo Nacional, quien representara a la Sociedad Colombófila de La Habana, a petición de la misma, siendo en ese entonces secretario ejecutivo de la entidad habanera, Carlos Alberto Saladrigas y Heredia. Tal representación alcanzaba citas internacionales como Olimpiadas y Congresos Internacionales. Recordemos por ejemplo la celebrada en Dinamarca en 1953 que se recuerda con gran afecto y algunos artículos del célebre colombófilo tinerfeño Ricardo Armas y Baker sobre los hermanos Pérez Lerena y sus célebres palomas de origen Stassart publicados en Colombofilia Mensajera.
Otro nombre que aparecía en el Boletín Colombófilo Nacional era el de Emilio Sánchez Álvarez en un espacio bajo el título de Crónica de Cuba, que llenó páginas de interés en la década de los años cuarenta del pasado siglo.
También el Boletín Colombófilo Nacional, editó una serie de trabajos como una colección y así se encuentran los siguientes; nº 1, “Consanguinidad y cruces, las razas” de Diego Moreno Zamorano, nº 2, Normas colombófilas” de José Moreno Zamorano, nº 3, “Contribución al estudio del apareamiento en triángulo, como medio de cultivo consanguíneo de la paloma mensajera” del Dr. Víctor Manuel Pérez Lerena y nº 4, “Generalidades anatómicas y fisiológicas de las palomas mensajeras” del Dr. José Abril Morales.
El prestigioso campeón Carlos López Céspedes uno de los grandes destacados colombófilos habaneros.
Cabe aquí señalar también, la importante colaboración mantenida durante años entre Roberto Roch Sanfulgencio de Barcelona y Víctor Manuel Pérez Lerena de La Habana, el primero como editor de magníficas obras y el segundo como brillante autor de trabajos publicados bajo los títulos de; Alimentación racional de la paloma mensajera (1957), La preparación para los concursos (1958), La coloración del plumaje de la paloma mensajera (1958), Standard y teoría del ala perfecta (1959), Los concursos de pichones (1960) y Entrenamiento (1963). En la actualidad todos estos títulos junto con los propios editados por Roberto Roch Sanfulgencio, se encuentran entre los fondos bibliográficos de la Real Federación Colombófila Española.
REPRESENTATIVIDAD Y POTENCIALIDAD DE LA COLOMBOFILIA CUBANA
Ya hemos señalado los antecedentes de la aparición de la colombofilia en Cuba, concretamente en la Ciudad de La Habana desde finales del siglo XIX, que dieron como fruto la aparición de la primera Sociedad organizada en el año 1900, posteriormente en 1925 se funda otra Sociedad en Camagüey y en 1927 surgen las de Matanzas y Holguín. En la actualidad existen Agrupaciones Colombófilas en todo el país.
Roque Duque Rodríguez, natural de las Islas Canarias, distinguido campeón a quien el Dr. Víctor Manuel Pérez Lerena le dedicó su libro –Entrenamiento-. Fue presidente de la Sociedad Colombófila de La Habana en el período 1958/60
En el año 1966, por Resolución 292 de fecha 13 de julio del citado año, se crea la Federación Colombófila de Cuba, perteneciendo la misma al Comité Olímpico Cubano, a la Asociación Ibero Latinoamericana de Colombofilia y a la Federación Colombófila Internacional. La propia Federación Colombófila de Cuba está a su vez constituida por un Congreso, un Ejecutivo Nacional, un Consejo de Dirección Nacional, un Ejecutivo Provincial y un Ejecutivo de Asociaciones. Tal estructura mantiene los niveles de Federación Nacional, Delegaciones Provinciales y Asociaciones Municipales.
El Dr. Víctor Manuel Pérez Lerena, célebre colombófilo y autor de importantes libros especializados de colombofilia, verdaderas joyas de la cultura colombófila.
Cabe señalar aquí también que cada 18 de septiembre se celebra el Día del Colombófilo Cubano, en sintonía con el natalicio del que está considerado como el padre de la colombofilia en Cuba, el Dr. Víctor Manuel Pérez Lerena.
José Antonio Montesdeoca
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