Mes: octubre 2020

Una celebridad de Bélgica apreciada en el mundo colombófilo universal

TRAS LAS HUELLAS DE GUILLAUME STASSART

Se recoge en el libro de Historia de la paloma belga de carrera, segunda parte, escrito por Jules Gallez en 1979, entre las páginas 6 y 21, una semblanza sobre Guillaume Stassart de Anderlecht, Bruselas, una de las figuras más destacadas de la colombofilia en Bélgica y de reconocida fama mundial, avalada por los grandes éxitos conseguidos a través de una fecunda trayectoria.

Guillaume Stassart, una celebridad en el mundo de la colombofilia que dejó una profunda huella en la memoria colectiva.

Hombre entusiasta de gran sensibilidad y formación declaraba que nace con el amor a la paloma mensajera, como se nace con predisposición a cualquier otra actividad que se elige en la vida, interesándose desde muy temprana edad por el mundo de la colombofilia en un país de gran tradición a la misma, aunque en su familia no existían antecedentes relacionados con el deporte alado. Guillaume Stassart (1879-1939) tuvo que esforzarse para que su padre le permitiera practicar la colombofilia, pues entendía éste, que le podría interferir en concentrarse convenientemente en sus estudios, hasta que finalmente, con gran convicción, consiguió su objetivo demostrando a su padre su seriedad y compromiso en su labor de estudiante, regalándole el mismo, con total convencimiento, un bono para la adquisición de una pareja de palomas, lo que constituyó el punto de partida de este colombófilo mundialmente conocido.

Guillaume Stassart nació en Diest, en el año 1879, capital del cantón, distrito de Lovaina, en la confluencia de los ríos Zwatrwater  y Demer, en la provincia de Brabante, en su país, Bélgica, lugar donde vivían por entonces unos ocho mil habitantes, dedicados sobre todo a la fabricación de paños y tejidos, así como de cervezas y fundición de cobre. La afición principal de aquella época como ahora, era la colombofilia. Stassart alcanzó una buena posición social y económica, que le permitió vivir con intensidad el deporte colombófilo, de cuyos resultados le hicieron gozar de un merecido reconocimiento.

LA FORMACIÓN DE UN RECONOCIDO LINAJE

 Los diferentes períodos evolutivos, en las distintas fases de formación y entramado de su plantel y linaje, recorren con su hilo conductor claro, la fusión de todos esos elementos básicos que desembocan en una estirpe reconocida y reconocible que le hizo alcanzar fama mundial, al intuir, dada sus demostradas cualidades y a golpe de vista, la necesaria introducción de ejemplares nuevos en los momentos que se precisan nuevas incorporaciones, para subir los niveles que dentro de los valores que se persiguen, se manifiestan a través de la mejora de las nuevas generaciones.

Paloma mensajera de origen Stassart

Así, en su entorno inmediato, en Diest, encontró Stassart al señor Namote, del que adquirió sus primeros ejemplares para formar la base de sus inicios. Namote, de profesión maestro armero, e íntimamente ligado al ejército belga, había llegado a Diest procedente de Lieja, lugar muy famoso por el gran nivel de colombofilia que siempre ha ostentado, estableciéndose de inmediato una gran amistad y colaboración entre ambos. Con posterioridad incorpora palomas del señor Sauveur de Milmort, a través de la venta parcial de su colonia, en la cepa de estas palomas se encontraban ejemplares del señor Heens, de Hertal, quien a su vez los había adquirido del célebre Alejandro Hanssene, de Verviers.

Con posterioridad entran en escena ejemplares de origen de Jules Janssens, de Schaerbeck, con quien estableció relaciones en el año 1900. Anteriormente había tenido ejemplares del cuñado de Jules Janssens, el señor Monjoie, con quien tenía una gran amistad. Janssens le había cedido a éste ejemplares en 1889 de sus más puros Wegge. En el año 1903, Stassart trasladó su palomar desde Diest hasta Bruselas, llevándose las cuarenta y cinco palomas que formaban su colonia alada, que ya apuntaba maneras y que en definitiva se sustentaban en su origen y a groso modo, en los antecedentes de Wegge, Hansenne y Collin.

Podemos señalar en consecuencia, que su célebre estirpe se sustenta en palomas de Charles Wegge de Lierre, por sus destacadas cualidades en velocidad, en palomas de Alejandro Hanssenne de Verviers por su demostrada resistencia y de los Collin de Hoignée, por su actitud a volar con malos tiempos. Fusionados estos célebres linajes practicando la consanguinidad, introdujo con posterioridad y de forma excepcional una hembra de la colonia de Arthur Bricoux de Jolimont y finalmente ejemplares de su buen amigo Paul Sion de Tourcoing, Francia. Todo ello es posible identificarlo por la labor constante que siempre demostró al plasmar documentalmente todas las filiaciones del origen de sus famosas palomas mensajeras. Señalaba al respecto sobre esta cuestión Guillaume Stassart, quien apuntaba con frecuencia que, –“sólo es el presente el que cuenta, cuando es la confirmación del pasado”-.

 En su vida deportiva alcanzó a establecer varios records con sus afamadas palomas, entre las que se encontraba su célebre rojo El Baladín.

 NUEVAS PROPUESTAS, NUEVOS RETOS

La Guerra mundial que estalló en 1914 en toda Europa, abrió un periodo de inactividad colombófila de manera forzada, representando una grandísima dificultad conservar por parte de los colombófilos europeos sus preciadas palomas mensajeras, así transcurrieron años de incertidumbre donde no se podía perder la esperanza y se redujeron las colonias aladas a las necesidades que en cada momento se presentaban.

Superados estos episodios bélicos, la colombofilia comenzó a crecer de nuevo llena de renovadas inquietudes, nuevas propuestas y atractivos retos encaminados a su progreso y así tenemos noticias del interés por regirse en la participación colectiva entre países y es a través del entusiasmo de los más destacados colombófilos de esos tiempos, que se estimó la conveniencia de crear un organismo internacional que propusiera reglamentaciones y normas que unificaran criterios para todos los países con los que relacionarse. Con esas inquietudes emanadas de tantas reuniones y jornadas aparecieron nombres como los de Paul Sion de Francia, Guillaume Stassart, Arthur Bricoux y Leopol Lamotte, de Bélgica, Franz Bonfight, de Alemania, Francois Heutges de Luxemburgo y Henry Rey y Bol de Holanda, quienes solían reunirse en Bruselas por invitación de Henri Martens, quien fuera director del periódico Le Messager Colombophile. De entre las interesantes ideas que aportaron estuvo la de organizar una gran exposición internacional que se celebró en Bruselas en el año 1938, juzgándose las palomas con el baremo del estándar franco-belga. Tal certamen estuvo en los aspectos organizativos bajo la supervisión de H. Martens y Henry Landercy. En esa ocasión ganó el equipo nacional de Francia. En 1939 se celebró una segunda muestra internacional, ganando en esta ocasión el equipo nacional de Bélgica.

De nuevo la Guerra entra en escena, desde 1940 a 1945, pasándose grandísimas dificultades hasta su terminación, donde se volvió a organizar el deporte colombófilo. En 1948, el Mayor inglés Willy Osman, propietario del periódico Racing Pingeon, invitó a las principales federaciones nacionales europeas para que se reunieran en Londres con capacidad y autorización para decidir, con el fin de organizar y crear la Federación Colombófila Internacional y redactar sus estatutos. A tal invitación acudieron catorce países, fundándose en Londres, el día 9 de enero de 1948 la Federación Colombófila Internacional de la que hoy formamos parte. Su primer presidente fue el belga anteriormente citado, Henri Martens.

VINCULACIÓN CON CUBA

Un lugar donde dejó una huella profunda fue en Cuba, a raíz de su visita a finales del año 1935, tomando contacto personal con los aficionados de la Sociedad Colombófila de La Habana, invitado por los hermanos Pérez Lerena. Las primeras palomas de Stassart que llegaron a Cuba, las importó en 1929, el señor Miguel Ángel Reyes. Francisco Pérez Lerena tiempo después entabló contacto e hizo una gran amistad con Guillaume Stassart, importando cuarenta y una palomas mensajeras que dejaron con posterioridad una huella profunda en la Isla, de donde se exportaron a su vez, descendientes a diferentes lugares  desde donde se solicitaban por su demostrada valía, cabe así señalar ejemplares que salieron con destino al señor Charles Heitzman de Kentucky en Estados Unidos, a colombófilos de Caracas, Venezuela y a colombófilos de las Islas Canarias, en España.

Editado por los hemanos Montiel, de La Habana, se publicó en idioma inglés el título Souvenir Book of Stassart´s visit (The Home of Stassart in Cuba, Lofts of Francisco Pérez Lerena) en ese mismo de 1935/36, con textos de Francisco Pérez Lerena, Félix Suárez Garro y Víctor Manuel Pérez Lerena.

Con posterioridad, bajo el título de –“El hogar de los Stassart en Cuba”-, Nomenclator. Cuadro Reproductor 1956, publicaron los citados hermanos Pérez Lerena, un folleto de veinticuatro páginas, editado por la Editorial Agramonte de La Habana, donde presentaban en su contenido las referencias genealógicas de la colonia alada que en el momento de la publicación poseían.

Recepción en la Sociedad Colombófila de La Habana a Guillaume Stassart, en su visita a Cuba a finales de 1935

LA EXPANSIÓN DE LAS PALOMAS STASSART

La prensa especializada en materia colombófila de la época, señalaba con acierto, dados los resultados obtenidos con su manejo, las estirpes más solicitadas por aficionados de diferentes países, donde destacaban con gran solvencia sobre otros cultivos de reconocida valía, las palomas con origen de Paul Sion de Tourcoing, Francia, Arthur Bricoux de Jolimont, de Bélgica y Guillaume Stassart de Anderlecht, también de Bélgica.

 El libro-“The Stassart Strains”-, escrito por Charles Heitzman de Kentucky, Estados Unidos

Las huellas de las palomas mensajeras de estos admirados colombófilos se pueden seguir en muchas genealogías de grandes campeones que con posterioridad han hecho avanzar con su concurso, la colombofilia en el mundo.

José Antonio Montesdeoca

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 Tras las huellas de Guillaume Stassart