Luis Sánchez González

Haciendo historia…

Palomar Luis Sánchez González

Subcampeón Regional de Asturias 2009

Han pasado ya unos años de este acontecimiento épico para aquellos que llevamos la colombofilia muy dentro y sabemos lo duro que es viajar palomas donde nos ha tocado nacer.

Me hubiera gustado no demorar tanto este pequeño homenaje a unas palomas, pero sobre todo a unas personas que sin hacer ruido y con mucha humildad han estado a un suspiro de quedar campeones de Asturias en aquella temporada estratosférica. De hecho ese año fueron campeones de Asturias de Fondo y Gran Fondo ganando el As Paloma Regional Absoluta. Pero los números son lo de menos. Lo importante es desde donde y cómo lo han hecho. En ello ahondaremos.

El detonante que me espoleó a desempolvar este pequeño reportaje sobre la hazaña del 2009 fue el fallecimiento del padre de Luis (Ángel), en Agosto de 2015. Persona afable y siempre dispuesta a ayudar a los que empiezan fue y será un icono de la colombofilia riosellana.

Mi primera paloma mensajera vino de su palomar. Recuerdo con nostalgia aquellos tiempos donde Ángel regentaba una tienda de comestibles muy conocida en la villa: “La Jardinera”. Mi abuela (QEPD), era clienta de toda la vida de aquel establecimiento y cuando yo me enganché a las mensajeras habló con Ángel quién me obsequió con una pichona azul que aún no había sido destetada ni salido de su palomar. Cuando la solté por primera vez en mi casa, la pichona cogió altura y en un periquete se plantó en su palomar de origen situado a unos 2 km del mío. Ángel me dijo que las únicas referencias visuales del entorno que podía haber tenido desde el nidal habían sido a través de un ventanal. Aquello me impresionó. Fue entonces cuando mi abuela llegó con otra pichona también azul más joven que la primera. Era una pequeña hembra de la cuál aún conservo registro (Esp- 98 230325) que llegó a mis manos en una caja de galletas María Fontaneda. Nunca lo olvidaré…

La ilusión con aquella paloma era enorme pues por aquel entonces, aún sin estar federado, me había llegado que su hijo Luis era uno de los 3 colombófilos de la zona que mejor volaba.

Ángel era más colombicultor que colombófilo. Le gustaban las palomas en general. Sobre todo gozaba con las de nariz prominente; con las palomas “calludas”. De hecho siempre tuvo alguna pareja de Carriers en su palomar. Jamás compitió: “siempre me gustó verlas por aquí volando y picoteando; ¡felices!” me decía esbozando una sonrisa a través de la cual irradiaba esa felicidad a sus palomas, lo cual denotaba un gran cariño hacia la paloma como animal, y no como instrumento de competición, vanidad o disputa en ocasiones.

Volviendo a la pequeña hembra azul…Aquella pichona era la antítesis de su gusto al tener carúnculas muy pequeñas. Pero como pertenecía a un lote de pichones que le había mandado su hijo, allí los tenía esperando a realizar sus primeros vuelos.

A la postre aquella pichona fue la única que me regresó de la suelta de Toro (Zamora) en el año 1999. Mi primer concurso oficial. Aún conservo el rossor. Haciendo memoria y tirando de archivo resulta que a la siguiente suelta de medio fondo desde Peñaparda (Salamanca), envié un macho rodado del 97, que venía a través de otro colombófilo, del palomar de Ángel. Lo envié directo a 350 km y regresó al día siguiente temprano. Recuerdo perfectamente como un vecino que por aquel entonces tenía mensajeras me avisó golpeando con un palo largo la persiana de mi habitación para que me levantara y saliera a verlo. Para unos novatos como nosotros aquello era pura magia. No nos lo creíamos. Ni siquiera fichábamos las palomas. El disfrute era verlas llegar. Encontrárnoslas en el palomar. El competir era secundario pues ya por aquel entonces éramos conscientes de que donde vivíamos los premios eran algo excepcional que sólo 2 o 3 colombófilos habían catado.

Y 10 años más tarde…. 2009

Estas 4 cifras quedarán marcadas a fuego en la memoria de todos los amantes de la colombofilia en estado puro. De esa colombofilia humilde, tradicional, sin sofisticaciones. Muy práctica. Lo logrado por esta pequeña colonia fue algo insólito; jamás visto, ni jamás repetido por ningún otro colombófilo de la zona.

Lo que engrandece tamaña gesta es por encima de todo la ubicación del palomar dentro del mapa del Principado de Asturias. Me atrevo a afirmar sin temor a equivocarme que esta parte de Asturias es uno de los enclaves naturales más espectaculares a la par que agrestes para la práctica de la colombofilia de toda la península ibérica.

El oriente de Asturias es sin duda un lugar especial donde no nos sirven las buenas palomas. Ni tan siquiera las muy buenas. Necesitamos animales excepcionales. ¡Especiales!

Y esos animales nacieron en Ribadesella: pequeña villa marinera ubicada en la rasa costera del oriente de Asturias, donde el mar y las montañas se dan la mano en un mosaico de colores propio de un cuento de hadas, como el que han escrito estos dos colombófilos de raza.

Mapa en relieve del Principado de Asturias

Vista Aérea del Oriente de Asturias desde el Este

Franqueada al norte por la bravura del Mar Cantábrico; al sur por los sistemas montañosos del monte Mofrechu (891m) y los archiconocidos Picos de Europa (2648m); al este por la Sierra del Cuera (1315m) y al oeste por la Sierra del Sueve (el sistema montañoso cercano al mar más alto de Europa: 1161m), esta villa de apenas 6.500 habitantes ha visto pasar a muchísimos colombófilos que abatidos por las pérdidas masivas tanto en el vuelo diario por el palomar, como en los entrenos y sueltas oficiales, han claudicado y dejado esta afición, pasión y en ocasiones adicción que nos cautiva.

Practicar la colombofilia en el Oriente de Asturias, es todo un reto. En un ambiente hostil plagado de aves rapaces que merman las ilusiones del más optimista, la paloma que sobrevive aquí es un ejemplar único.

Superar el desafío logrando además marcadas del calibre de las de este palomar está sólo al alcance de muy pocos.

Vista Aérea de Ribadesella desde el Norte

Vista Aérea de Ribadesella desde el Oeste

Picos de Europa al Sureste

Paisaje Protegido de la Sierra del Sueve (al fondo el Mar Cantábrico)

A continuación, enumeraré por orden de importancia los que son para mí los principales escollos para la práctica de la colombofilia en esta parte del Principado de Asturias:

1-La elevada densidad de halcones/azores por la presencia de acantilados y bosque, unida a la baja densidad de palomares supone que los ataques lejos de repartirse, se concentran en los pocos palomares que soltamos las palomas todo el año. Zafarse de las rapaces es un criterio más de selección en nuestro caso.

2-El aislamiento del núcleo central de la región (Oviedo/Gijón/Avilés) donde están concentrados el 90% de los palomares asturianos. Esto supone que en la mayoría de las sueltas de velocidad y medio fondo el arrastre está asegurado. Incluso las palomas de Luis en el 2009 eran marcadas como mínimo unos 45 minutos más tarde que la primera paloma regional, generalmente perteneciente a algún palomar del centro de la región. Cuando llegan arrastradas al centro, tienen que recorrer unos 50 km adicionales de vuelo en solitario con el desgaste adicional y consiguiente riesgo a los ataques de halcones especialmente a la altura de la Sierra del Sueve, situada en el tramo final. El Sueve es un paisaje protegido donde abundan las aves rapaces que convierten el litoral oriental asturiano en un cementerio de mensajeras que se quedan a las puertas de alcanzar la gloria. Y para muestra un botón: en el 2009, una paloma de Luis que regresaba de una suelta de 500 km fue encontrada muerta por un pescador en la costa a unos 10 km del palomar a la altura de este enclave.

3-El macizo de Picos de Europa engloba las cumbres más altas de la Cordillera Cantábrica que franquea Asturias por el sur de este a oeste. Unido a las cordilleras prelitorales del Cuera, Sueve y Mofrechu (ver fotos previas), hace imposible la entrada directa de nuestras palomas soltadas al sur de los mismos. Las palomas tienen que bordear no sólo por arrastre, sino por caprichos del relieve. Intentar pasar puede suponer entrar en un laberinto de valles y montañas del que muy pocas conseguirán salir. El rodear supone un desgaste y riesgo extra que se va acumulando suelta tras suelta. Nuestras palomas nunca llevan una preparación gradual sino que ya desde la primera suelta al otro lado de la cordillera pueden estar haciendo una suelta de fondo en vez de velocidad. Han de ir muy fuertes desde el principio y eso es difícil de sostener durante las 12 semanas que dura nuestra campaña.

Y tras situarnos en el mapa vayamos a aquella sensacional campaña.

Jamás en los 30 años de historia de la colombofilia federada en esta parte de Asturias se habían obtenido registros del calibre de ver llegar un grupo de 7 palomas juntas en un concurso de medio fondo; que este palomar controlara 4 de las 7 palomas recibidas en toda Asturias en el día desde 600 km; o marcar 8 palomas de 10 enviadas a gran fondo (Lebrija – 730km). Algo simple y llanamente excepcional.

Un cimiento importante en estos éxitos han sido sin duda los 3 ingredientes que atesora esta familia: palomas excepcionales, ilusión y tesón; mucho tesón.

Debido al trabajo, Luis sólo podía ver las palomas cada 3 días y los fines de semana por lo que gestionaba el palomar a distancia. El resto del tiempo era Ángel quién siguiendo las indicaciones de su hijo llevaba el manejo de la colonia: “entrenando diariamente: hembras por la mañana y machos por la tarde”. Se respiraba disciplina en el ambiente. Eso que nuestras palomas, especialmente cuando de yearlings hablamos, tanto necesitan.

Cuando telefoneé a Ángel tras la suelta de gran fondo para felicitarlo, estaba muy orgulloso y comentaba: “Si este año hubieran puntuado sólo los concursos de fondo, seríamos campeones regionales, pero eso da igual; lo guapo fue verlas llegar de Cáceres, Badajoz, Huelva, Sevilla…¡eso fue lo más guapo!”.

Sus números

Sorprendentes desde el primer minuto…

En palabras de Luis: “Anillamos 110 palomas y tras volar la campaña de pichones y soltarlas a diario todo el otoño e invierno sin importar que hubiera lluvia o viento, empezamos los entrenamientos con 80 palomas y la campaña con 64”.

A continuación, se puede ver un resumen del desarrollo de la campaña en números. Y otro en el que se muestran las horas de vuelo y sueltas previas de las 8 palomas regresadas del concurso de gran fondo.

Palomas Gran Fondo

Su sistema

Las palomas hicieron dos puestas y fueron puestas en viudez 2 semanas antes de comenzar la campaña.

Permanecieron viudas toda la campaña incluido el gran fondo. Algo que muy pocos pueden decir que han logrado.

Cada sexo volaba una hora diaria, permaneciendo el sexo opuesto en penumbra.

El vuelo era forzado con bandera: “desde quitar la bandera hasta que entraba la última paloma no pasaban más de 40 segundos”, apunta Luis.

Las palomas fueron a la cesta “todas las semanas hasta los concursos de fondo donde les fui dando descanso”.

Al regresar, se veían durante 2-3 horas.

“La primera vez que presenté la hembra antes del enceste fue en la suelta de 450 km. Comprobé todos los machos en una hora.”

Alimentación/Suplementos/Tratamientos

Al entrar, las palomas se encontraban con una mezcla compuesta de:

• 50% Maiz+Trigo+Cebada
• 50% Mezcla Sport Versele Laga (el % de Sport se iba ajustando en función de la evolución del peso de las palomas con el paso de los concursos).

Un día a la semana recibían vitaminas en la comida y otro aceite de ajo casero ( ½ litro de aceite de girasol + ½ litro de aceite de oliva + 3 dientes de ajo).

Sólo recibieron un tratamiento frente a vermes, coccidios y tricomonas durante la segunda postura antes de empezar los entrenamientos.

Los Orígenes

Las palomas proceden de dos líneas bien diferenciadas:

Una línea de palomas “autóctona”: los Moritos del difunto Oscar Truébano.

Otra línea de palomas “extranjeras” (holandesas) del colombófilo local Pedro Sustacha.

Oscar Truébano marcó una época desarrollando hace más de medio siglo una línea de palomas pequeñas y ligeras color rodado oscuro con tonos chocolate en sus alas. Era una línea de palomas dinámica; en constante evolución ya que los ejemplares consanguíneos refrescaban su sangre en palomas bronce foráneas, como las cogidas en las poblaciones costeras durante los meses de verano tras los concursos internacionales.

Por su parte Pedro Sustacha, dejó su huella en esta parte del Principado en los años 90 volando con éxito un grupo muy reducido de palomas desde el Oriente de Asturias. Descendientes todas ellas de palomas holandesas extraviadas. Brillaron con luz propia unas palomas de la línea Van der Wegen que dieron oro a esta pequeña colonia logrando premios a nivel nacional, como una paloma Prestigio Nacional de Gran Fondo 3 años en el año 1997.

La historia de cómo los Moritos vinieron a Ribadesella es digna de mención. Corrían los años 50, cuando Ángel siendo un niño, envía una paloma mensajera a soltar a Oviedo a través de una señora que iba a hacer compras en tren. Hacía un día horrible de lluvia y frío. Cuando aquella señora se disponía a soltarla, apareció un hombre que le dijo a la mujer que cómo iba a soltar la paloma con aquel día; que él tenía también palomas mensajeras y se encargaría personalmente de soltarla al día siguiente. Le pidió igualmente que le preguntara a aquel niño cuando lo viera si la paloma le había regresado y se lo dijera el próximo día que volviera por Oviedo. La paloma regresó y la mujer se lo contó a aquel misterioso señor que también tenía palomas. Aquel señor era Oscar Truébano Lafuente (QEPD). Esta vez fue él quien le mandó un lote de pichones de una por aquel entonces incipiente línea de palomas: los Moritos. En los años 80, Óscar Truébano visitó a Ángel en persona. Recuerdo que Ángel me contaba esta visita como algo especial pues “Oscar venía en un coche que hablaba” (Renault 25). Desde entonces la sangre de los Moritos corre por el palomar de Luis.

Las palomas de Pedro Sustacha fueron adquiridas en un estado aún más prematuro: como huevos. Luis visitaba a Pedro con frecuencia y durante la época dorada de aquel palomar, Pedro le obsequiaba con los huevos de las palomas que enviaba en postura a las sueltas de fondo y gran fondo. Así es como Luis fue adquiriendo buena sangre que como un gran maestro inglés siempre me dijo: al final del día es lo único que importa. Sin palomas, no hay resultados, por mucha mano que se ponga.

Los mimbres de esta colonia fueron fabricados en los aledaños del Parque Nacional de Picos de Europa. Desde una pequeña aldea llamada Llenín donde Luis tuvo durante muchos años las palomas. Una ubicación aún más complicada la de Ribadesella y sin la ayuda de su padre. Fueron años difíciles, donde marcar un paloma de gran fondo al reloj era todo un logro. Pero de aquellas palomas, vienen la mayoría de las comprobadas en el 2009.

En una reciente visita este mismo mes de Enero, tomé unas instantáneas de las piedras angulares en que se cimenta su colonia:

“Cabo” (Paloma Viajada desde C. San Vicente-798 km al reloj en el año 2003)

”Isla” (Paloma viajada desde Isla Cristina-710 km en el año 2000) Madre del palomar

“El Comprau” (Adquirido en el palomar de O. Truébano-Reproductor Extra)

“La AS”-As Regional Absoluta 2009

Y esta es la historia de una gesta que muchos soñamos con emular algún día.

Luis, que por ahora se ha tomado unos años sabáticos en la competición, ha demostrado que a pesar de la enorme dificultad del entorno, ¡es posible!. Sé que volverá en breve con fuerza desde otro enclave singular: Cangas de Onís. Antigua capital del Principado de Asturias y lugar turístico por antonomasia. La primera piedra ya está puesta con la construcción hace unos meses de un nuevo palomar. Los primeros pichones, ya sobrevuelan Cangas a diario. Estoy seguro de que Ángel, desde allí arriba, estará viéndolos todos los días volar.

Las palomas del 2009 están ahí por lo que si creemos en las palabras del maestro inglés, gran parte del trabajo ¡está hecho!.

Sergio Capín Barreda-Ribadesella-Asturias

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 Luis Sánchez González