La genética de los colores y sus atractivos dibujos
EL PLUMAJE, LOS COLORES Y EL VESTIDO PARA VOLAR
Una gran mayoría de los colombófilos de cualquier parte del mundo tiene entre sus gustos, en referencia al vestido que portan nuestras atletas del espacio, una opinión sobre los colores que el plumaje, tanto de manera individual o colectiva de cada linaje, vienen a darle algunos factores de imagen que derivan asimismo de la genética y que según los estudios disponibles tienen su origen en tres colores cuyos pigmentos indicadores establecen una base donde se sustentan el negro, el rojo y el marrón y que se vinculan también al sexo.
Como materia científica, el estudio del plumaje, sus diferentes colores, las plumas que los componen y la función de protección térmica y mecánica, constituye una materia de gran interés que nos acerca a una parte de ese conjunto de conocimientos necesarios para interesarnos por nuestro atleta del espacio.
Dentro de los colores el más frecuente es el grupo del pigmento negro, sin duda el más común y clásico, con un gran porcentaje sobre los otros ya citados, como el rojo y el marrón, todos ampliados en presentaciones ligados al sexo como recesivos o dominantes, entre otros factores descriptivos que se presentan en este escenario. Sobre esta base descrita de las pigmentaciones navegan los dibujos a los que se le han dotado de claras definiciones para entendernos en un lenguaje aceptado por todos. Sus alas los portan como marcas reconocibles y también entran en escena a través de dos genes responsables de los mismos, así en las diferentes generaciones de una familia se puede observar además que en una pareja, tanto en el macho como en la hembra, ambos poseedores de unos determinados dibujos, traen en su bagaje genético, el ser portadores de otros diferentes.
Los colores, cuyos pigmentos indicadores establecen una base donde se sustenta el negro, el rojo y el marrón se vinculan también al sexo, el blanco se presenta con ausencia absoluta de esa pigmentación.
EL PLUMAJE Y SUS FUNCIONES PRINCIPALES
En el plumaje general que lo forman plumas de diferentes diseños y funciones como de revestimiento de la piel superponiéndose unas a otras, encontramos las rémiges o remeras que permiten el vuelo y que se instalan sobre el antebrazo y mano, rectrices o timoneras situadas en la cola para cumplir la misión de regular la dirección del vuelo, las cobertoras que se distribuyen por la cartografía del cuerpo, las coberteras auriculares instaladas en las zonas del oído y el plumón que se encuentra en la parte inferior del cuerpo, teniendo la mayor densidad y suavidad posible cumpliendo misiones diversas entre las que se encuentran la conservación del color y la capacidad de flotar en el agua aumentando el volumen sin aumentar el peso y esto se observa cuando se le ve bañarse alegremente. Sobre este plumaje descrito que viste la paloma mensajera, formando una consistente malla sin huecos, con una elasticidad propia de cada pluma, se reflejan los colores que son depositarios en esos tipos diferentes de plumas.
Los colores también representan factores hereditarios en la paloma mensajera, combinaciones de zonas pigmentadas y zonas sin pigmentar, dibujos con diferentes presentaciones, depositarios todos en diferentes tipos de plumas y sus estructuras.
ACTUALIZAR PERMANENTEMENTE ASPECTOS TÉCNICOS E INVESTIGADORES
Entre los objetivos que se precisan para manejar tantos factores que los colombófilos contemplan como favorables para el desarrollo de sus capacidades, en cuanto a aspectos técnicos e investigadores que deben estar permanentemente revisados y actualizados, entran los relacionados con el plumaje, los colores y el vestido para volar, dentro de ese sistema tegumentario que alcanzan a la piel y a las plumas fundamentalmente y que nos señala además, como función importante, la conservación del calor, como ya señalamos anteriormente, dentro de esas funciones de protección térmica y mecánica, en su exposición al medio ambiente por donde transita y ya en la función del vuelo, teniendo la menor fricción posible.
Los pigmentos negros con su fuente de coloración de melanina y los rojos con su pigmento llamado isabelino, intervienen en la producción de determinados colores, tonos y matices que constituyen la riqueza pigmentaria dentro de la constitución biológica.
José Antonio Montesdeoca
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El plumaje, los colores y el vestido para volar