Entorno de la Exposición Nacional

Con motivo la XXXIX Exposición y Jornada Nacional de la paloma mensajera a celebrar en la localidad valenciana de Alboraya, trataré de daros a conocer esta población y la albufera de Valencia, objeto de la excursión.

Sin duda todo el mundo conoce la ciudad de Valencia, capital de la Comunidad Valenciana, que en los últimos tiempos, ha estado en boca de todos, por la celebración de grandes eventos a nivel internacional. En este caso, al contrario que sucediese en la última exposición celebrada en estas tierras, la exposición, no se celebrará en la capital del Turia, sino en una de las poblaciones limítrofes a esta.

Alboraya, localidad que pertenece a la comarca de la “Horta Nord” se encuentra pegada a la urbe de Valencia y hace tiempo que se la considera, lo que conocemos como “ciudad dormitorio”. De este modo ha visto como su población, que no llegaba a cinco mil habitantes a principios del siglo veinte, pasaba a los más de veinte mil en la actualidad.

Su origen tiene lugar alrededor de una alquería, casa de labor con finca agrícola, a la que se van anexionando edificaciones, convirtiéndose en un poblado, que como podéis adivinar por el nombre de la población, proviene al igual que muchas otras cosas por estas latitudes, de la tradición musulmana. Del árabe al-Boraiý, “torrecita”, como en la siguiente foto se puede apreciar, haciendo referencia a la torre de la alquería.

Imagen de una típica alquería, frente a la que podemos observar una plantación de chufa.

Conocida internacionalmente por su “Horchata y Fartóns”, es una población que mezcla lo moderno con lo tradicional. Con los sectores servicios e industria, que la convierten por su proximidad a Valencia, en una de las poblaciones más importantes de la comarca, convive la agricultura, fundamentalmente, la de la chufa, tubérculo del que tras ser triturado y exprimido, se obtiene la horchata, a la que Jaime I de Aragón, según la leyenda, bautizó como “oro puro”. El “Fartó”, es un dulce alargado y con azúcar glaseado, que se moja en la horchata. A buen seguro, que su degustación no os dejará indiferentes.

“Horchata y Fartóns”

La otra perla, no es otra que la Albufera de Valencia, escenario de la novela “Cañas y barro” del ilustre Vicente Blasco Ibáñez.

Como en el caso de Alboraya, también del árabe, al-buhayra, “el pequeño mar”, hoy en día parque natural y entorno privilegiado, alrededor de la ciudad de Valencia.

Esta laguna costera de  23,94 Km², es parque natural desde el 26 de julio de 1986, comprendiendo, la propia albufera, su entorno húmedo y el cordón litoral adyacente a ambos. Lo componen territorios, pertenecientes a 13 municipios distintos.

Aunque la Albufera tiene una cuenca hidrológica propia, la realidad es que ésta sólo proporciona una pequeña parte de las aportaciones, mientras que la gran mayoría de las aguas llegan desde los ríos Júcar y Turia (en menor medida). Desde la época romana y musulmana, la zona cuenta con una importante red de acequias y canales para el riego.

Podemos distinguir dentro del parque:

“La Dehesa del Saler”, situada en la amplia restinga que se extiende entre las desembocaduras del Turia y Júcar, forma parte de la primitiva flecha litoral que ocasionó el cierre de la Albufera de Valencia.

Flora típica de la dehesa del Saler

Entre los dos conjuntos dunares y puntualmente dentro de éstos, existen áreas deprimidas caracterizadas por sus suelos poco permeables y la presencia del nivel freático próximo a su superficie, se las conoce como depresiones intradunares o “malladas”.

“La marjal” son las tierras que anteriormente formaban parte del lago y que ahora están dedicadas al cultivo del arroz.

Marjal

“Els ullals” son los manantiales que encontramos a lo largo del marjal de la Albufera. En estos manantiales hallamos fauna autóctona como el samaruc y el fartet, del mismo modo que hallamos vegetación, tanto acuática, como palustre y de ribera.

El lago de la albufera, propiamente dicho.

El Monte, aunque se halla escasamente representado, cabe resaltar los relieves situados en el término de Cullera (El Cabezol y la Sierra de las Zorras) y en el término de Sueca (Montaña de los Santos).

Vista panorámica de la “Sierra de las Zorras”

El valor ecológico del parque, es importante, pudiendo destacar los anteriormente mencionados samaruc,

Samaruc (Valencia hispánica)

y el fartet (Aphanius iberus), pequeños peces endémicos del litoral de levante y de la marjal en concreto. El lago de la albufera es un lugar de paso obligado para muchas especies de aves migratorias y también habitan de forma permanente otras muchas. Podemos destacar, el pato colorado, cuchara común, ánade azulón, garcilla bueyera, garcilla cangrejera, garza real, charran común, charran patinegro, cigüeñuela común, cerceta pardilla y gaviota.

Esperamos que disfruten de su presencia en la Exposición Nacional, así como del entorno que les está esperando allí.

Edelmiro García Barón


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 Entorno de la Exposición Nacional

Documentos inéditos – Viajes de noche

“Experiencias de viajes de noche”. 1909-1910 Valencia, España

Sin lugar a dudas, D. José Antonio Estopiñá Miñana ha sido uno de los colombófilos valencianos más ilustres, sino el que más. Su trayectoria así nos lo sugiere: Presidente de la R.S.C. La Paloma Mensajera de Valencia, durante 20 años, Presidente de la R.F.C.E.,  Delegado del Congreso Colombófilo Internacional de Bruselas en 1910 y experimentó el sistema de vuelos nocturnos, defendiendo la hipótesis electromagnética.

De toda la información que he recabado durante años al respecto de Estopiñá y sus experiencias con los vuelos nocturnos, sin duda la más completa, es la publicada en el número 430 de octubre de 1927 de “La Paloma Mensajera”, dedicada íntegramente a la figura de Estopiñá.

Es difícil poder hablar de algo que sucedió hace tanto tiempo y sobre lo que ya se ha escrito, pero en este caso, solo pretendo dar a conocer información gráfica inédita de aquellas fantásticas experiencias.

A principios del siglo XX, durante los años 1909 y 1910, en la ciudad de Valencia, primero como exposición Regional y después como exposición Nacional, tuvieron lugar las “experiencias de viajes de noche” como las gustaba llamar Estopiñá. El palomar destinado para tal efecto, se encontraba en la torre del edificio del Gran Casino.

La dedicación y minuciosidad con que trataban la información, son dignas del mejor de los estudios científicos.

Estopiñá confeccionó instrucciones para las sueltas:

1ª Desde la recepción hasta la hora de suelta, las palomas han de permanecer en sitio que no puedan reconocer el edificio de la Estación, ni sus alrededores.

2ª Para efectuar la suelta debe elegirse sitio despejado para que al emprender el vuelo las palomas, no puedan tropezar con hilos telegráficos, cables ó algún obstáculo cercano.

3ª Colocadas las jaulas en sitio adecuado, antes de abrirlas, se les darán unos golpecitos para despertar a las palomas, repitiendo en alta voz y con energía la palabra fuera!, fuera!!, fuera!!!, y pronunciando esta se abrirá la jaula; las palomas acostumbradas a esta voz de mando emprenderán el vuelo.

4ª El acta de suelta, además de la firma del Sr. Jefe y sello de la estación, ha de llevar las de los testigos, haciendo intervenir a la Guardia Civil, que ha de encontrarse presente,  debe también firmarla; en ella se llenarán todos los vacíos que presente, consignando el estado del tiempo y demás circunstancias.

5ª Las jaulas se reexpedirán como canastos vacios de volatería, á la consignación de D. J. A. Estopiñá, y el talón se enviará juntamente con el acta en el sobre franqueado que se acompaña.

A continuación vamos a mostrar la documentación casi completa de una de las sueltas más representativas de las realizadas en 1910, desde Castellón, a 60 Km 750 m directriz N 22  E, efectuada el doce de agosto con noche sin luna y recibiéndose las doce palomas, tan solo tres, al día siguiente.

Durante la preparación de las sueltas experimentales, el primer trabajo era la cumplimentación de la relación de palomas participantes. Destacar la utilización de anilla rosoor, para posterior comprobación de las palomas, la división de estas en dos grupos, que serían soltados con una diferencia de diez minutos y que donde debiera aparecer la clasificación de la paloma, aparece la velocidad realizada.

En este documento aparece la firma de D. José Antonio Estopiñá, sobre el sello de la Real Sociedad Colombófila de Valencia “La Paloma Mensajera” y la firma de D. Bernardo Cabañas,  Capitán de Ingenieros y Delegado militar de la Real Federación Colombófila Española sobre el sello del cuerpo de Ingenieros.

Al mismo tiempo que se realizaba  la relación de palomas participantes, confeccionaban el acta de inscripción para el viaje y concurso. En dicha acta, Estopiñá y el Capitán de Ingenieros D. Bernardo Cabañas como delegado militar de la R.F.C.E. detallan el proceso de inscripción de las palomas, su encestamiento en jaulas de mimbre, que fueron precintadas con marchamos de plomo, la puesta en marcha del comprobador “Habicht” y dan un detalle interesante:

“Las palomas llevan anillas de nido en aluminiun, de una sola pieza, de las llamadas inviolables, sistema ingles Carter, con iniciales E.R.V. y año 09”.

Acta de inscripcción-1

Acta de inscripcción-2

El siguiente documento, ya se trata del “acta de suelta”, nada de impreso. Como todos, escrito con pluma. En este documento cabe destacar, la designación de cada una de las palomas a los grupos en que posteriormente serán soltadas con diez minutos de diferencia. El primer grupo a las 20:25 y el segundo a las 20:35.

Aparecen también los datos referentes  a: Estado del tiempo,  bueno;  Viento reinante, NO;  Altitud de la estación, 39 m; Número de habitantes, 30000 y el tipo de alumbrado, gas y electricidad. En este acta, no solo aparecen las firmas y sello del Jefe de estación y del presidente de la Real Sociedad Colombófila de Castellón Sport Colombófilo, además en el reverso, aparecen las firmas y sellos de la Audiencia Provincial de Castellón, La Alcaldia  Constitucional  de  Castellón  de la Plana, la Comisión Provincial de la Cruz Roja y la administración de Correos.

Acta de suelta-1

Acta de suelta-2

De esta suelta de Castellón, el único documento que no he encontrado, ha sido un colombograma, debido a que como se relata en la revista “La Paloma Mensajera”, una de las peculiaridades de esta suelta, era la entrega de colombogramas oficiales de las autoridades de Castellón a sus correspondientes de Valencia, que a la llegada de estos al palomar, eran transportados por ciclistas a sus destinatarios y que a buen seguro, fueron guardados por estos con gran curiosidad.

Anverso y reverso del sobre

En cambio podemos ver un colombograma, correspondiente a la suelta de Estivella y el anverso y reverso del sobre que se hacía servir para su entrega.

Finalizada la suelta, además de completar la información necesaria en la relación de palomas participantes, se redactaba el acta de comprobación de la suelta, ayudados por el “disco” del reloj.

Actas de comprobación de la suelta

En esta última fotografía, se puede comprobar, que los documentos están escritos sobre pliegos de papel de tamaño doble folio, plegados por la mitad a modo de libro. Todos ellos escritos a mano y con pluma.   Destacar, que en todos ellos, aparece la siguiente referencia o similar: “El presidente de la Real Sociedad Colombófila de Valencia La Paloma Mensajera, D. José Antonio Estopiñá, a quien se debe la iniciativa de estas experiencias de viajes de noche”.

Anverso y reverso del disco del camión

Hasta aquí la exposición, de estas reliquias colombófilas pertenecientes a las primeras singladuras llevadas a cabo por colombófilos, pioneros en los vuelos nocturnos.

Bibliografía consultada:

Edelmiro García Barón / Valencia


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