Sus comienzos, sus progresos legislativos y sus encuentros

EL SERVICIO COLOMBÓFILO MILITAR EN ESPAÑA Y SU ENLACE CON LA COLOMBOFILIA DEPORTIVA

Si tenemos en cuenta que en 1873, la celebración de unas jornadas organizadas por el entonces Ateneo del Ejército y la Armada, donde se ofrecieron conferencias y aportaciones, hizo posible que se pusiera de manifiesto, en sus razonamientos y conclusiones, la de definir la primera declaración de intenciones de aplicar el uso de las palomas mensajeras al mundo militar en España.

Documentación preliminar para el estudio sobre la instalación de un palomar militar en la isla de La Palma, en Canarias, correspondiente al año 1898.

La idea ya debidamente madurada tenía sus antecedentes desde el año 1872, cuando el ciudadano francés Víctor de la Perre de Roo, belga por adopción y experto e ilustre colombófilo, donó en ese año, una pareja de palomas mensajeras de raza belga, a S. M. El Rey Don Amadeo I de Saboya, reinante en ese entonces. El célebre colombófilo planificó la primera red de palomares militares en España, con la cooperación del senador Mariano de la Paz Graells y Agüera, contando esta iniciativa con el aval del Ministerio de la Guerra. Víctor de la Perre de Roo, había sido el experto organizador de las comunicaciones por medio de palomas mensajeras durante el sitio de París por los alemanes en 1870 y 1871.

Una de las estadísticas que llevaba con regularidad el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, en este caso corresponde a la fecha del 1 de octubre de 1912, con un resumen de las palomas inscritas en la Demarcación de la Comandancia de Ingenieros de Tenerife, en Canarias

LA ORGANIZACIÓN DEL SERVICIO DE PALOMAS MENSAJERAS

El año de 1879 fue en el que se creó en España el primer palomar militar, estableciéndose en Guadalajara, justificando su creación para crear la base de la Organización del Servicio de palomas mensajeras, considerándose en consecuencia, dicho palomar como central, para posteriormente ir iniciándose la instalación de palomares militares en diferentes plazas de la Península, Baleares, Canarias y Norte de África.

Uno de los muchos despachos que se solían enviar por medio de las palomas mensajeras

Por Real Orden del 17 de diciembre de 1896, se había creado el Parque Aerostático, disponiéndose que el Palomar Central de Guadalajara, pasara a formar parte de dicho Parque, produciéndose la entrega con fecha de 31 de diciembre de ese mismo año. Se contempla en el Reglamento para el servicio de comunicaciones por medio de palomas mensajeras, aprobado por Real Orden de 20 de julio de 1923, donde en su artículo cuarto se especifica que el palomar militar establecido en Guadalajara, funcionará como unidad suelta, dependiente directamente del Ministerio de La Guerra, siendo jefe nato de este Servicio, el primer Jefe del Servicio Aerostático y segundo Jefe, un Comandante de Ingenieros.

Cabe aquí señalar, por su vinculación profesional, al comandante de Ingenieros Pedro Vives y Vich, quien funda en la ciudad de Málaga, el día 7 de septiembre de 1894 la Federación Colombófila Española, pasando a denominarse Real Federación Colombófila Española a partir de 1902.

Placa identificativa en la puerta del edificio de la calle Eloy Gonzalo nº 37, 7º, en Madrid, donde se señala la sede oficial de la Real Federación Colombófila Española.

El primer Reglamento de esta Institución Nacional data del 28 de marzo de ese mismo año, siendo redactado por tan ilustre e insigne militar que ostentó la presidencia de dicha Federación tanto en su primer mandado como en el XII de ellos.

EL PRIMER REGLAMENTO QUE REGULA LOS PALOMARES MILITARES

Fue en el año de 1886 cuando aparece el primer Reglamento para el Servicio de Palomares Militares, donde se contemplaba que la red debía de componerse de dieciocho palomares militares distribuidos por todo el territorio nacional.

Así se tiene constancia que ya en el año 1911 y rigiéndose por el Reglamento aprobado por Real Decreto de 12 de julio de 1899 ya existían palomares militares en Cádiz, Zaragoza, Jaca, Pamplona, Ciudad Rodrigo, Palma de Mallorca, Ibiza, Mahón, Santa Cruz de Tenerife, Las Palmas de Gran Canaria, Lanzarote, Ceuta, Melilla y Chafarinas. Todos estos palomares se formaban con palomas mensajeras del mencionado central de Guadalajara.

Placa conmemorativa colocada dentro del interior de la sede social de la Real Federación Colombófila Española, que recuerda la adquisición de la citada sede federativa por parte del presidente Carlos Márquez Prats y su importante reforma acometida por el presidente Francisco Vázquez Loureiro. A lo largo de su historia la Institución Nacional ha tenido varios domicilios, siendo éste el último de ellos.

Como curiosidad cabe señalar que por esas fechas y consultando datos sobre la colombofilia en el Archivo Intermedio Militar en Santa Cruz de Tenerife, hay un escrito de la Comandancia de Ingenieros de Santa Cruz de Tenerife, en el que se suprime el Palomar Militar por Real Orden de 21 de febrero de 1913, firmado con fecha de 13 de agosto de ese año, y donde se relaciona la distribución de las palomas existentes, conforme disponía la Real Orden de 13 de junio de ese año.

Las palomas mensajeras se distribuyeron a personas de Santa Cruz de Tenerife y de Santa Cruz de La Palma. En Santa Cruz de Tenerife se asignaron de la siguiente manera; ocho al Excmo. Sr. Capitán General del Distrito, cuatro al Sr. Natalio Rojas, dos al Sr. Fernando García, dos al Sr. Augusto Pavón, diez al Sr. Luis Martí, diez al Sr. Genaro Peña, ocho al Sr. José Medina, cuatro al Sr. Amadeo Cuartero, cuatro al Sr. Domingo Pisaca, dos al Sr. Maximiliano Martínez y cuatro al Sr. Felipe Martínez. En Santa Cruz de La Palma se distribuyeron de la siguiente manera; dos al Sr. Francisco Delgado, cuatro al Sr. Manuel León, cuatro al Sr. Ricardo Guerrero, cuatro al Sr. Adolfo Torrens, cuatro al Sr. Francisco La Roche, seis al Sr. Ricardo Suárez, dos al Sr. Víctor Díaz, dos al Sr. José Felipe, dos al Sr. Germando Yanes, dos al Sr. Carlos de Gardeazabal y finalmente una al Sr. Manuel Martín. Un total de 91 ejemplares repartidos entre aficionados de la isla de Tenerife y de la isla de La Palma que por ese entonces ya contaban con la Real Sociedad Colombófila de Tenerife fundada en 1902 y la Sociedad Colombófila de La Palma fundada en 1904, hoy ya desaparecida.

Esta particularidad de con el tiempo ir suprimiendo algunos palomares se debía en muchas ocasiones por la falta de personal especializado para dedicar las atenciones, cuidados y educación a las palomas mensajeras, quedando finalmente el palomar central con la misión de conservar y mejorar las estirpes existentes y velando por el censo y fomento de los palomares particulares adscritos a las Sociedades Colombófilas que venían a enriquecer la colombofilia española. Así se fueron suprimiendo algunos de los palomares militares establecidos en las plazas antes señaladas, en diferentes fechas cada uno de ellos.

LA CONVIVENCIA DE PALOMARES MILITARES Y CIVILES 

Fue en 1899 cuando se reorganiza la estructura y se presenta un nuevo Reglamento, el que se considera como el arranque de la colombofilia militar moderna, por contemplarse en él, las relaciones entre los palomares civiles y militares  y la jurisdicción que sobre todos ellos debía ejercer el Ejército, a través del citado Palomar Central situado en Guadalajara.

El 21 de julio de 1923 se publica en el Diario Oficial número 160, el Reglamento para el Servicio de Comunicaciones por Palomas Mensajeras.

La acertada reforma creó nuevos espacios más racionalizados, como la Sala de Reuniones y la parte administrativa con los Archivos

Finalmente el Ejército Español, motivado por los avances tecnológicos provocó el cierre del último palomar militar del país, después de siglo y medio de relación con las palomas mensajeras. El hecho se produjo mediante un sencillo acto celebrado en Pozuelo de Alarcón, en Madrid, donde tiene su base el Regimiento de Transmisiones 22. Se soltaron trescientas palomas mensajeras que volaron como un contingente organizado en dirección al palomar militar de El Pardo. La noticia formal de este acto se produjo en 2008.

Con la aparición del Real Decreto 164/2010, de 19 de febrero, se desvincula formalmente la colombofilia de sus compromisos anteriores, rigiéndose a partir de entonces con las modificaciones de sus estatutos, mediante su tramitación con arreglo a la legislación vigente desde ese entonces.

PUBLICACIONES ESPECIALIZADAS Y AUTORES DE PRESTIGIO 

Varios fueron los autores que aportaron con sus especializados trabajos nociones y conocimientos que compartieron en esos primeros inicios que sirvieron de base a la consolidación y expansión de la telegrafía alada y la colombofilia en nuestro país. Por ello cabe citar aquí algunos brillantes ejemplos como lo fueron el entusiasta capitán de Ingenieros Lorenzo de la Tejera y Magnín, con la publicación en 1890 de su libro Las palomas mensajeras y los palomares militares, telegrafía alada-Despachos peliculares fotomicrográficos, una obra bien elaborada que tuvo mucho éxito. Con posterioridad publicó otro libro con el nombre de Manual de Colombicultura, y una serie de documentados artículos sobre esta especialidad, que vieron la luz en las revistas La Paloma Mensajera, La Naturaleza, Memorial de Ingenieros Militares y en la revista Científica Militar de Barcelona.

La entrada en la escena militar y colombófila del general de División Pedro Vives y Vich, con su obra Instalación y Régimen de los palomares de mensajeras, una obra de 1891, que tuvo tres ediciones en diferentes épocas y en la que participó en algunas, la Federación Colombófila Española, tuvo también una gran acogida y repercusión. Pedro Vives y Vich, fundó la Federación Colombófila Española el día 7 de septiembre de 1894 en la ciudad de Málaga, fue además Jefe de los palomares militares de Lérida, Málaga y Central de Guadalajara y del Servicio Colombófilo Militar.

Cabe citar también a Salvador Castelló y Carreras con su obra Colombofilia, estudio completo de las palomas mensajeras, su cultivo, educación y aplicaciones. Telegrafía alada y sport. Barcelona, 1894. 

Otra importante participación fue la del comandante de Infantería Santiago Cullen y Verdugo, con su libro Nociones de colombofilia y estudio de telegrafía alada aplicada a las Islas Canarias, publicado en 1900 en Las Palmas de Gran Canaria. Santiago Cullen y Verdugo fue además presidente fundador de la Sociedad Colombófila de Gran Canaria y socio correspondiente de la colombófila de Cataluña. Esta obra fue reeditada posteriormente, con motivo de la celebración en Canarias, en enero de 1993, de la XXIII Olimpiada Colombófila y del I Campeonato Mundial Marítimo, por el Cabildo Insular de Gran Canaria en el año 1992, una edición facsímil de tres mil ejemplares numerados.

Con motivo de la celebración del I Centenario de la Real Federación Colombófila Española (1894-1994) se instaló esta Galería de fotografías de los presidentes que han estado al frente de la Institución Nacional, así como el Cuadro de Honor con los mismos y sus mandatos. El presidente en ese entonces era Carlos Márquez Prats, y trabajaron con eficacia en todos los actos conmemorativos Jesús Hurtado Carrasco y  Tomás Benítez Fajardo.

El ilustre militar Joaquín de la Llave y García, socio de la Real Sociedad Colombófila de Cataluña, también aportó al mundo de las palomas mensajeras muchos ensayos y tratados, siendo además el X Presidente de la Real Federación Colombófila Española, desde 1912 a 1914.  

LA COLOMBOFILIA TUTELADA POR LA REAL FEDERACIÓN COLOMBÓFILA ESPAÑOLA 

En este primer cuarto del siglo XXI, la colombofilia en España ya es tutelada completamente por la Real Federación Colombófila Española estando adscrita como otras federaciones deportivas al Consejo Superior de Deportes. Su crecimiento y expansión hace necesario recordar que la primera entidad organizada de la colombofilia española, es la Sociedad Colombófila de Cataluña fundada en 1890. Pasaría a partir de 1902, a ser Real, junto con las creadas en el país hasta finales de 1902. En el mes de mayo de 1902 se realizó en España la primera Exposición  de Avicultura y Colombofilia, al mismo tiempo que el Congreso Internacional de Colombofilia celebrándose en los jardines del Buen Retiro de Madrid. Dicha muestra la inauguró S.M. La Reina Doña María Cristina, presidiendo posteriormente el cierre S.M. El Rey Don Alfonso XIII, concediendo por ello el título de Real a la Federación Colombófila Española, como anteriormente señalábamos, así como a todas las sociedades creadas durante la anualidad de 1902.

Teniendo en cuenta la vinculación con las Fuerzas Armadas, muchos de sus presidentes fueron militares, así se constata en la galería de fotografías que con motivo de su primer Centenario y siendo presidente Carlos Márquez Prats, se colocó en la sede social de la calle Eloy Gonzalo, nº 34 de Madrid. Todos, en la medida de sus posibilidades, han contribuido a engrandecer la colombofilia española y la realidad que hoy vivimos y con la que estamos comprometidos en hacerla prosperar.

José Antonio Montesdeoca


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